miércoles, 10 de diciembre de 2014

Experiencia única


Es un viaje largo, y cada kilómetro vale la pena.
El ripio, las montañas, los cielos de esa patagonia inmensa.
El lago que aparece de repente, con su color aturquesado, sorprendente.
Los colores del camino, distintos en cada estación del año.
La soledad de esos parajes y el ir adentrándose de a poquito en el silencio y la inmensidad que nos esperan y nos reciben.
Una tranquera, y otra más, y estamos cada vez más cerca de esos paisajes, de los álamos bailando con el viento, los ríos, las caminatas, las cabalgatas, la casa calentita y la comida rica que nos cobijarán durante nuestra estadía.
Regalarse unos días en El cóndor es cuidarse bien, hacerse un mimo, darse una caricia al cuerpo y al alma. Bajar el ritmo, pasar más despacio, prestar atención a cada detalle que nos ofrecen los sentidos en ese increíble lugar.
Regalarse unos días allí es darse la oportunidad de un encuentro intenso y profundo con uno mismo, y con una naturaleza que maravilla y no deja de sorprender a cada paso.

Si estuviste ahi, mantengámonos en contacto. 
Y sabé que sos siempre bienvenido.




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